La habitación de los niños: enseñando el orden

Los estantes deben estar tornillados en la pared, para seguridad de los niños.
Cualquiera que tenga hijos sabrá de sobra lo que eso supone en la falta de orden. A menudo los padres, cuando se les acaba la paciencia, se ponen nerviosos y acaban por poner orden ellos mismos. ¡Error!, avisa la psicóloga y consultora educativa berlinesa Helga Guertler: “Si liberas a tu hijo del deber de ordenar, estarás haciendo su trabajo hasta que sea un adulto”.

Mantén la calma, evita las recriminaciones y deja que los niños descubran por sí mismos lo que puede ocurrir si permanece todo en el suelo. “Los niños que han pisado su juguete favorito y lo han roto, o los que tienen que recoger los lápices sin punta y astillados de cualquier esquina de la habitación, cada vez que quieren pintar algo, entenderán mejor que mantener las cosas ordenadas es una buena idea”, afirma Guertler.

Pero no preguntes demasiado. Los niños pequeños necesitan que se les ayude a ordenar. Una vez que empiezan el colegio, debería haber un acuerdo explícito de cuándo, con qué frecuencia y cómo deber ser ordenada la habitación. Mantener la habitación ordenada significa que cada juguete debe tener su propio lugar. Si hay más juguetes que lugares para guardarlos, deshazte de los juguetes usados con regularidad, o cambia de sitio objetos como las granjas de juguete, las casas de muñecas o las vías del tren eléctrico, de vez en cuando.

Los lugares para guardar los juguetes deben estar al alcance de los niños. Son perfectas las cajas apilables seguras o las cestas para las piezas de construcción, los coches, y la ropa de las muñecas. Para niños pequeños pon una foto en la parte delantera de las cajas.

Utiliza inteligentemente el espacio de las paredes. Los colgadores en las paredes y puertas son perfectos para la comba y las bolsas. ¡Y recuerda! Incluso si tus hijos no tienen una habitación para sí mismos, debería haber una zona en la casa que tengan que mantener organizada.