Las relaciones en las que se establecen fuertes vínculos afectivos, como son las de pareja, son en muchas ocasiones complejas. Lo ideal es que estas relaciones se basen conjuntamente en la estima por el otro y en la propia autoestima. Sin embargo, hay veces en que una de las dos partes ejerce una influencia excesiva en la otra persona, que hace que ésta empiece a depender emocionalmente de la primera y, en casos extremos, que llegue a perder su propia consideración y autoestima.
¿Por qué se produce la dependencia emocional?
Dependencia emocional. Hace débiles a las personas y esto se refleja en sus relaciones.
La dependencia emocional se produce por la existencia de una serie de necesidades de tipo emocional, vigentes probablemente desde la niñez, y que se intenta satisfacer mediante la búsqueda de relaciones interpersonales muy estrechas. Estas relaciones pueden acabar siendo realmente agobiantes.
Uno de los factores más importantes en la existencia de la dependencia emocional es el miedo, un miedo al abandono y al rechazo, lo que contribuye a que se acepte la sumisión como una estrategia para evitarlos.
¿Cómo son las personas emocionalmente dependientes?
Suelen ser personas que no saben estar solas, tienen temor a enfrentarse a su propia vida, a sus deseos, objetivos, metas, etc.
Necesitan el empuje de otro, la fuerza de alguien que les guíe y les oriente. Son personalidades débiles que valoran más la orientación que le dan los demás que su propio juicio para actuar. Entre los elementos comunes de las personas con dependencia emocional, podemos destacar los siguientes:
- Padecen necesidades emocionales, especialmente de falta de afecto.
- Poseen una autoestima pobre y un concepto negativo sobre sí mismas.
- Tienen miedo a la soledad, huyen de ella y por lo tanto siente la necesidad de vivir en pareja.
- Aunque no siempre es así, en las relaciones de pareja suelen tener un rol inferior.
- Tienen tendencia a padecer trastornos emocionales como depresión o ansiedad.
- Desarrollan muchas veces sentimientos improcedentes de culpa.
¿Cómo son sus relaciones?
Las relaciones en parejas donde existe una dependencia emocional suelen ser complicadas y dolorosas para el que las padece.
En un principio, la idealización del otro y la cantidad de expectativas que el dependiente se crea, hace muy difícil que éstas se cumplan. Uno vive preocupado constantemente porque el otro dé su aprobación a todo lo que hace y éste acaba teniendo una actitud despreciativa hacia el primero, al que en muchos casos empieza a manipular.
La relación se va degradando paulatinamente.
Aunque una relación de este tipo no tiene que implicar necesariamente que existan malos tratos, sí es cierto que detrás de muchos casos de malos tratos hay una relación de este tipo.
La persona dependiente emocionalmente, especialmente la mujer, llega a soportar situaciones de maltrato físico y psicológico, aceptándolas y teniendo incluso un sentimiento de culpabilidad.
Hay personas que a pesar de mantener una relación tormentosa y decepcionante con su pareja continúan con ella. Son incapaces de dejarla porque no saben seguir adelante sin ella.
Se engañan constantemente a sí mismas, convenciéndose de que su pareja cambiará estas actitudes.
¿Cómo son las parejas que buscan?
Las personas dependientes emocionalmente buscan en sus parejas precisamente las características contrarias a las que ellos poseen, por lo tanto los elementos más comunes de las personas escogidas por ellos son los siguientes:
-Son personas con un alto concepto de sí mismos, teniendo tendencia al narcisismo.
-En las relaciones de pareja, suelen tomar una posición dominante.
-Son, por regla general, egoístas y manipuladores.
Al igual que las personas dependientes emocionalmente buscan parejas de este perfil, las personas que tienen las características que antes hemos emocionado, buscan como pareja a personas emocionalmente débiles para que les perpetúen su ego, para que les admiren y les ensalcen y también, para poder conservar sin problemas una posición dominante en su relación de pareja.
Diferentes formas de manipular
Algunas parejas basan su relación en el poder o dominio que uno ejerce sobre el otro, buscan que su pareja dependa emocionalmente de ellos y así someterla a sus caprichos y deseos. En muchos casos, podemos hablar de maltrato psicológico, pues pueden llegar al extremo de controlar a la pareja en todos los ámbitos de su vida, logrando restringir sus salidas y amistades y distanciándola cada vez más de su familia e incluso presionando para que abandonen su trabajo. Pretende controlar a su pareja a través de la dependencia emocional.
En otras ocasiones, es la persona dependiente emocionalmente quien manipula, utilizando el chantaje emocional. Por ejemplo, cuando una persona quiere distanciarse de otra con la que ha mantenido una relación de profunda amistad o una relación de amor y ésta última trata de impedirlo, y lejos de aceptarlo, utiliza métodos poco éticos para dificultar este distanciamiento, llegando a perjudicarse a sí misma para hacer sentir culpable de sus actos a la pareja.
Pueden darse a la bebida, abandonar su aspecto personal e higiene, tomar drogas o incluso intentos de suicidio, cuya única finalidad es utilizar el chantaje emocional para que su pareja vuelva con ella.
Como conclusión, debemos pensar que somos seres independientes que nos relacionamos con los demás, pero sin tener que depender de ellos. No debemos buscar constantemente la ayuda en los otros, sino responsabilizarnos de nuestra propia vida, de nuestros actos y de nuestra felicidad.
No debemos depender tanto de las otras personas que lleguemos al extremo de creer que sin ellas, no somos capaces de tomar decisiones o de realizar nuestros propios sueños.