ALIMENTOS QUE CAEN MAL...

Por Claudia Agramonte Saba - -


Algunas personas sufren intolerancia a ciertos alimentos. La leche, las frutas y los productos endulzados con sacarosa les pueden producir malestares como dolores en el vientre e, incluso, diarrea. Lo que sucede es que el organismo no puede procesar algunos hidratos de carbono, como la lactosa (azúcar de la leche), la fructosa o la sacarosa.

Cuando un alimento no es digerido apropiadamente, la causa es que se dificulta la absorción de los hidratos de carbono que contiene, el intestino; hay una intolerancia. Quedan retenidos en él y se convierten en un festín para las bacterias. Los gases producidos por el metabolismo de aquéllas son los causantes del malestar intestinal y de la molesta diarrea.

La intolerancia a la lactosa es muy común. Este tipo de azúcar no sólo está en la leche sino también en todos los productos lácteos.



La intolerancia a la lactosa puede ser primaria, que es rara, o secundaria a otras enfermedades.
La causa de esta intolerancia es la deficiencia de una enzima, la lactasa, que es producida por las células del intestino. La lactasa es la encargada de dividir la molécula del azúcar de la leche (un disacárido) en dos unidades más pequeñas para que puedan ser absorbidas en el torrente sanguíneo.
En algunos casos los chicos nacen con la incapacidad para producir lactasa. Sin embargo es más común que esta deficiencia se desarrolle con el correr de los años. En la especie humana, la producción de lactasa va decreciendo con la edad, por eso hay adultos que son intolerantes a la lactosa de la leche de vaca.

La fructosa, por su parte, es un tipo de azúcar muy común en las manzanas, las peras, los pomelos y la miel, y se emplea en la preparación de jugos artificiales.

Las gaseosas contienen un 55 por ciento de fructosa como endulzante. Con respecto a los efectos de la intolerancia a la fructosa, éstos son más comunes en verano, cuando la gente, por lo general, ingiere mayor cantidad de frutas.
En cuanto a la sacarosa, es el azúcar común de la caña, con la que se endulza el café y las infusiones. Se encuentra en los caramelos y diversas golosinas. La intolerancia a la sacarosa no es tan común como la que producen los otros tipos de azúcar.



Síntomas de la intolerancia a los azúcares

Cuando se sufre intolerancia a la lactosa, los síntomas (hinchazón en el vientre, flatulencia, diarrea) se manifiestan entre dos y seis horas luego de haber bebido uno o dos vasos de leche, o de haber comido una abundante cantidad de productos lácteos, especialmente con el estómago vacío.

La solución, para mucha gente, es reemplazar la leche común por una leche especial, con bajo contenido de lactosa (alrededor de un 70 por ciento menos). Los especialistas recomiendan que las personas que sufren este problema se acostumbren a leer las etiquetas de los alimentos para detectar la presencia de lactosa, que suele agregarse a los panes en rebanadas, los cereales, el puré instantáneo, los caldos en cubos, las mezclas para preparar bizcochuelo, las galletitas, las salchichas, y algunos condimentos como el ketchup.

Debido a que la leche y los productos lácteos son ricos en calcio y otros
nutrientes esenciales, si la dieta está desprovista de estos alimentos el
déficit se hará sentir tarde o temprano en el organismo. Sin embargo, algunos
vegetales como el brócoli, son ricos en calcio y tienen muy bajo contenido de
lactosa. Lo mismo sucede con pescados como el salmón y las sardinas, los
camarones y las ostras. También el queso de soja (tofú) es rico en calcio y bajo
en lactosa.

En el caso de la intolerancia a la fructosa y la sacarosa, el único tratamiento que existe consiste en evitar los productos que los contengan, o comerlos en forma espaciada. Los azúcares como la lactosa, fructosa y sacarosa, se emplean en la composición de muchos fármacos, por lo cual las personas que sufren de intolerancia a estos nutrientes, deberían consultar al médico cada vez que les prescribe un medicamento.