AUTOESTIMA

Por Claudia Agramonte Saba - -


Uno de los principales factores que diferencian al ser humano de los animales es la conciencia de sí mismo: la capacidad de establecer la propia identidad y darle un valor. En otras palabras, cada uno de nosotros tiene la capacidad de definir quienes somos y luego "decidir" si nos gusta nuestra identidad o no. El problema surge cuando se rechazan partes de uno mismo.

Cuando una persona se juzga a sí misma y concluye que no se gusta, que globalmente se considera una persona poco válida, se dice que esa persona tiene problemas de autoestima.



La autoestima es una condición fundamental para la supervivencia psicológica, ya que sin ciertas dosis de autoestima la vida puede resultar enormemente penosa.
El hecho de juzgarse y rechazarse a uno mismo produce un enorme dolor. Como consecuencia, es frecuente que la persona con problemas de autoestima evite con todas sus fuerzas que aumente el rechazo que siente hacia sí misma.De forma que evita situaciones que conllevan nuevos juicios y posibles rechazos. Por lo tanto, puede que asuma menos riesgos sociales, académicos o profesionales (Se implica en menos cosas, y consecuentemente, acaba consiguiendo menos cosas).


La persona con baja autoestima limita su capacidad para abrirse a los demás, expresar su sexualidad, ser el centro de atención, tolerar las críticas, pedir ayuda o resolver problemas. Es probable que tenga dificultades para relacionarse con la gente, entrevistarse para conseguir un trabajo, intentar algo en lo que pudiera no triunfar, etc. Quizá se autoinculpe o se empeñe en lograr la perfección a toda costa, o bien se ponga excusas, o incluso puede llegar a recurrir al alcohol o a las drogas para poder afrontar determinadas situaciones.




La baja autoestima puede estar presente en muchos problemas psicológicos, como por ejemplo, en la fobia social o en la depresión, (las dificultades en la autoestima suelen tener una importancia central), y el bajo rendimiento académico y/o profesional también está asociado a una baja autoestima. Y es que, la opinión que tenga la persona de su rendimiento influirá en su auto-evaluación y a su vez en su autoestima.

Si la persona piensa que no vale para nada, que no está capacitada, ni puede alcanzar ninguna meta es difícil que se esfuerce y trabaje para lograrlo. A la inversa, el fenómeno bien conocido de las "profecías autocumplidas" pone de manifiesto que las opiniones de uno mismo ejercen un importante efecto en la propia actuación. De hecho, alguien con gran confianza en sí mismo puede rendir mucho más de lo que sería de esperar, teniendo en cuenta su edad o su capacidad.


Si crees que puedes tener este problema, acude a un
profesional que te asesorará para que puedas decidir si quieres recibir
tratamiento.