La voz es un recurso extremadamente valioso para el ser humano: es el medio de comunicación más utilizado, una herramienta de trabajo para numerosos profesionales y una forma de expresión estética ante los demás. Su uso y cuidados adecuados aumentan las posibilidades para mantener una voz sana a lo largo de nuestra vida.
La voz es el sonido producido por la vibración de las cuerdas vocales al acercarse entre sí como consecuencia del paso de aire a través de la laringe.
El mal uso o abuso vocal puede desencadenar disfonía, que se clasifican en orgánicas y funcionales en función de que exista una lesión anatómica evidente o no. En su mayoría los problemas de la voz se manifiestan por la presencia de ronquera, carraspera, aspereza, etc.
Las personas afectadas presentan cambios en el tono, afonía, e incluso dolor agudo o sordo asociado con el uso de la voz. La aparición de sangre en la saliva o en la mucosidad indica la existencia de un problema más serio.
Medidas para cuidar la voz
A la hora de prevenir los problemas de la voz o bien para mantener una voz sana se pueden seguir algunas medidas saludables:
A la hora de prevenir los problemas de la voz o bien para mantener una voz sana se pueden seguir algunas medidas saludables:
- Beber entre seis y ochos vasos de agua al día: Mantener un buen estado de hidratación asegura una óptima lubricación de las cuerdas vocales. Por ello se recomienda reducir el consumo de aquellas sustancias que producen deshidratación, como las bebidas alcohólicas o las que contienen cafeína.
- No fumar: El tabaco produce cáncer de pulmón y garganta, en particular, y en muchos otros órganos. En concreto, da lugar a cambios permanentes en el tono de la voz, su naturaleza y su capacidad.
- No abusar o hacer mal uso de la voz: La voz no es indestructible, por lo que hay que intentar no gritar ni elevar la voz mucho cuando se está en ambientes ruidosos. Si notamos que nuestra garganta se reseca mucho o que la voz se está volviendo ronca debemos dejar de hablar.
- No aclararse la garganta a menudo: Si carraspea con frecuencia se recomienda acudir al especialista, puesto que puede estar causado por reflujo, enfermedades alérgicas y/o de los senos paranasales.
- Dormir lo suficiente: La voz es muy sensible a la falta de sueño. Dormir menos de seis horas produce predisposición a padecer lesiones vocales.