Es una inflamatoria de la piel que la afecta de forma crónica y alterna con períodos de normalidad. Ocasiona picor, molestias, entre otras cosas. La prevención más eficaz es la lactancia materna.
No se conoce la causa pero los alergenos juegan un importante papel.
La dermatititis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel, que es crónica y recidivante. Existe algún componente genético, ya que se ha visto que la concordancia en gemelos monocigotos es del 86%, aunque su expresión clínica depende de factores ambientales.
No se conoce su causa desencadenante, aunque se ha visto el papel tan importante que desempeñan los alergenos.
La piel se encuentra seca (xerosis), con escasa secreción de las glándulas sebaceas y transpiración de agua aumentada, que provoca una disminución de la resistencia frente a los alergenos, bacterias y virus.La enfermedad empieza habitualmente durante el primer año de vida o en la infancia.
lo que lleva a su diagnóstico
Fundamentalmente tres cosas
1) Antecedentes familiares de dermatitis atópica;
2) Lesiones pruriginosas; y 3) Lesiones eccematosas de la cara y de las zonas de extensión de las extremidades.
También orienta en el diagnóstico:
1) Acentuación de los pliegues de las manos;
2) Fisuras periauriculares;3
) Descamación crónica del cuero cabelludo (en el lactante costra láctea); y,
4) Acentuación perifolicular.
Se observa una mayor prevalencia en zonas industrializadas con alto grado de contaminación, y en niveles socioeconómicos más elevados.
Se asocia a otras alergias
Los niños afectos de dermatitis atópica pueden desarrollar otras formas de alergia. La mitad de ellos sufrirá alergia respiratoria, asma o rinitis alérgica primaveral.
Es frecuente que ocurra en las siguientes situaciones:
Es frecuente que ocurra en las siguientes situaciones:
1) Cuando existe un comienzo precoz de la dermatitis atópica;
2) Cuando exista una afectación cutánea grave y generalizada;
3) Cuando existe una asociación temprana con asma; y,4) Cuando hay niveles séricos elevados de inmunoglobulina E.
La lactancia materna reduce el riesgo
El riesgo de padecer dermatitis atópica se reduce con la lactancia natural exclusiva durante los 4-6 primeros meses de la vida. Si no es posible la lactancia materna es aconsejable la lactancia con una fórmula a base de suero hidrolizado (fórmula Ha).
La limpieza es fundamental
Eliminando en la medida de lo posible el polvo doméstico (que contiene unos parásitos llamados ácaros), disminuiremos el riesgo de aparición de los síntomas. Por otro lado hay que evitar los alergenos procedentes de los animales domesticos (pelo y descamación).
Tratamiento
Irá encaminado a aliviar el prurito o picor, síntoma predominante, lo cual se puede conseguir mediante antihistamínicos sedantes tales como: el dimentindeno, la hidroxicina o el ketotifeno. La cetirizina se ha mostrado también efectiva.
La eritromizina, como antibiótico de amplio espectro, está indicada si hay lesiones impetiginizadas. Es aconsejable un cuidado de la piel con cremas suaves e hidratantes (a base de urea y aceites de baño) evitando los jabones y los detergentes alcalinos, y con el uso de jabones neutros o ácidos.
Los corticoides de débil o mediana potencia pueden ser necesarios en fases de agudización sin prolongar su empleo más de 2 ó 3 semanas
FUENTE: Puleva Salud