Te fuiste de vacaciones y ahora que estás de vuelta en la oficina parece que nunca las tomaste. El estrés postvacacional es común. No dejes que anule tus días de descanso.
Y qué es el estrés postvacacional?
Es un fenómeno de adaptación emocional que ocurre cuando te reincorporas después de tomar vacaciones. Este sentimiento de desajuste tiene más impacto en quienes no se sienten satisfechos en su trabajo; sin embargo puede ocurrirle a cualquier persona.
VOLVER A EMPEZAR
Tras las vacaciones volvemos a la rutina que para la inmensa mayoría de las personas significa volver a un trabajo que implica un sobreesfuerzo físico o intelectual y una tensión emocional.
Por eso no es raro que la sola idea de volver a enfrentarnos a esta situación desencadene unos mecanismos de reacción y adaptación que son normales y nos preparan para afrontar la lucha diaria.
Tener cierto grado de tensión suele mantenernos activos, con más energía, nos ayuda a aprovechar mejor el tiempo y hacer más de lo que nos creemos capaces.
Pero a veces las situaciones desencadenan respuestas que sobrepasan la capacidad de adaptación y tolerancia del individuo.
SINTOMAS COMUNES
-Fatiga
-Agotamiento
-Frustración
-Enojo
-Ansiedad PON A RAYA EL ESTRÉS POSTVACACIONAL
ANTES DE IRTE
Una o dos semanas antes de irte planifica las actividades que puedes adelantar para que a tu regreso no te encuentres con una pila de pendientes sobre el escritorio. Jerarquiza los asuntos más importantes y de éstos, realiza al menos los más sencillos. También cerciórate de que la gente que depende de ti sepa a quién recurrir en tu ausencia.
EN TUS VACACIONES
No sobrecargues tus días libres. “Lo ideal es dosificar tu energía en el itinerario, así evitarás llegar con agotamiento del viaje y sin ánimos de trabajar.
Corta con tu laptop o tu blackberry. Sólo si lo crees necesario revisa tu mail de trabajo cada tercer día para verificar que todo esté bien en la oficina, pero no le dediques más de cinco minutos.
DE REGRESO
Llega de tu destino al menos dos días antes de presentarte al trabajo. Esto te permitirá aclimatarte a tu rutina, descansar y prepararte mentalmente para tu horario.
Cuando regreses a la oficina seguro encontrarás mucho pendientes que se han acumulado durante tu ausencia ¡es normal! Si no hubiera tanto trabajo esperándote, quizás no seas tan valioso para la empresa. Lo mejor que puedes hacer en este caso es empezar con las tareas más fáciles de resolver y no presionarte por acabar todo en un solo día.
Es un fenómeno de adaptación emocional que ocurre cuando te reincorporas después de tomar vacaciones. Este sentimiento de desajuste tiene más impacto en quienes no se sienten satisfechos en su trabajo; sin embargo puede ocurrirle a cualquier persona.
VOLVER A EMPEZAR
Tras las vacaciones volvemos a la rutina que para la inmensa mayoría de las personas significa volver a un trabajo que implica un sobreesfuerzo físico o intelectual y una tensión emocional.
Por eso no es raro que la sola idea de volver a enfrentarnos a esta situación desencadene unos mecanismos de reacción y adaptación que son normales y nos preparan para afrontar la lucha diaria.
Tener cierto grado de tensión suele mantenernos activos, con más energía, nos ayuda a aprovechar mejor el tiempo y hacer más de lo que nos creemos capaces.
Pero a veces las situaciones desencadenan respuestas que sobrepasan la capacidad de adaptación y tolerancia del individuo.
Estas circunstancias los llevan a un estado de agitación y ansiedad que altera sus funciones tanto físicas como psíquicas y conductuales.
Es entonces cuando entramos en la enfermedad más frecuente de nuestra civilización tras las enfermedades cardivasculares: estrés.
SINTOMAS COMUNES
-Fatiga
-Agotamiento
-Frustración
-Enojo
-Ansiedad PON A RAYA EL ESTRÉS POSTVACACIONAL
ANTES DE IRTE
Una o dos semanas antes de irte planifica las actividades que puedes adelantar para que a tu regreso no te encuentres con una pila de pendientes sobre el escritorio. Jerarquiza los asuntos más importantes y de éstos, realiza al menos los más sencillos. También cerciórate de que la gente que depende de ti sepa a quién recurrir en tu ausencia.
EN TUS VACACIONES
No sobrecargues tus días libres. “Lo ideal es dosificar tu energía en el itinerario, así evitarás llegar con agotamiento del viaje y sin ánimos de trabajar.
Corta con tu laptop o tu blackberry. Sólo si lo crees necesario revisa tu mail de trabajo cada tercer día para verificar que todo esté bien en la oficina, pero no le dediques más de cinco minutos.
DE REGRESO
Llega de tu destino al menos dos días antes de presentarte al trabajo. Esto te permitirá aclimatarte a tu rutina, descansar y prepararte mentalmente para tu horario.
Cuando regreses a la oficina seguro encontrarás mucho pendientes que se han acumulado durante tu ausencia ¡es normal! Si no hubiera tanto trabajo esperándote, quizás no seas tan valioso para la empresa. Lo mejor que puedes hacer en este caso es empezar con las tareas más fáciles de resolver y no presionarte por acabar todo en un solo día.