La generosidad se aprende poco a poco
La generosidad es la inclinación o propensión del ánimo de una persona a ser útil e interesada a otro ser, mostrando nobleza, valor y esfuerzo. La persona generosa es noble, desprendida, dadivosa. Al niño pequeño hay que educarle esta virtud con el ejemplo. Los niños deben aprender a actuar a favor de otra persona de una forma desinteresada y no por conseguir algo a cambio.
La generosidad es la inclinación o propensión del ánimo de una persona a ser útil e interesada a otro ser, mostrando nobleza, valor y esfuerzo. La persona generosa es noble, desprendida, dadivosa. Al niño pequeño hay que educarle esta virtud con el ejemplo. Los niños deben aprender a actuar a favor de otra persona de una forma desinteresada y no por conseguir algo a cambio.
Aprender a ser generoso
Para conseguir que los niños sean generosos, es necesario educarlos en este valor poco a poco. Si los padres aprueban sus pequeños esfuerzos, les estarán motivando a seguir con estos actos generosos.
El niño puede aprender a ser generoso:
- Cuando es animado a ser dadivoso con los demás
- Cediendo sus juguetes en el juego
-Escuchan cuentos que hablan del tema
- Cuando comprende qué es ser egoísta y generoso
- Compartiendo sus juguetes, caramelos-
-Regalando sonrisas y cariño
- Viviendo en un ambiente de participación y servicio a los demás
- Viendo que sus padres ayudan a otros padres y les hacen favores
- Identificando las necesidades de los demás.