Cuántas de nosotras hemos exorcisado una pena en compañía de una malteada de chocolate y otras veces ante un mal día buscamos consuelo en un combo gigante; existe una estrecha relación entre la comida y las emociones: La verdad es que, además del hambre, reacción fisilógica que lleva a buscar alimento, muchas veces comer obedece a un impulso emocional, independiente de las necesidades de nutrición.
Todo el mundo tiene sentimientos cuando come, muchas personas expresan un triunfo con un banquete, unas cuantas manisfiestan su enojo sin comer y otras intentan dejar a un lado su tristeza con un chocolate; el problema es que los comedores emocionales, quienes se caracterizan por comer mucho aunque no tengan hambre, exprerimentan un deseo irresistible de hacerlo.
NO VEGETALES....
Lo comedores emocionales suelen preferir las grasas y los carbohidratos de asimilación rápida, no es frecuente la ingesta masiva de verduras y hortalizas.
Contesta estas preguntas:
Si respondes un rotundo sí a más de tres preguntas, es importantes que consultes a un psicólogo o psiquiatra:
1. Tu reacción ante la frustración es la ingesta alimentaria?
2. Acostrumbras comer sin tener hambre?
3. Cada vez que ves televisión te dan ganas de picar algo?
4. No puedes parar cuando comes algo que te gusta?
5. Te refugias en la comida cuando estás triste, solo aburrida?
6. No encuentas ninguna diferencia entre hambre y antojo?
7. Te arrepientes despues de comer?
8. Sienets ganas de comer cuando tiene aml genio o estás tensa?
9. La comida simpre te cae bien cuando las cosas te salen mal?
10.Nada mejor que comer cuando estás mal emocionalmente?
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