Estimula tu cerebro

Por Claudia Agramonte Saba - -

Para la época que llegamos a los 30, nuestros cerebros comienzan una trayectoria lenta y descendente. Pero el declinamiento cognitivo no es de ningún modo un efecto secundario del envejecimiento. De hecho, de acuerdo con una serie de estudios nuevos, puedes contrarrestar los cambios cerebrales relacionados con la edad con un sencillo plan de actividades garantizado para cultivar y fortalecer el poder de tu mente.

Aquí dejo seis maneras sencillas de mantener la cabeza alerta y llena de vigor.



1. Navega en Google

Cuando consultas la web, captas centros claves en tu cerebro que controlan la toma de decisiones y el razonamiento complejo, aseguran científicos de la Universidad de California, en los Ángeles, EE-UU.

Los estudios demostraron que la búsqueda en internet implica el funcionamiento de un circuito, en personas que acuden a la web con frecuencia.

La imágenes con resonancia magnética demostraron tres veces más actividad cerebral en usuarios regulares que en quienes lo consultaron por primera vez, lo cual sugiere que navegar en Google puede ser una manera efectiva de ganar fortaleza cognitiva con el paso del tiempo

Dedica aproximadamente 2 minutos unos cuantos días por semana a consultar los temas que siempre has querido saber.



2. Ejercítate




La actividad física puede retardar o prevenir la demencia y las rutinas regulares te ayudan a revertir el envejecimiento cerebral.

Un equipo de Instituto Beckman en la Universidad de Illinois analizó recientemente docenas de estudios anteriores y encontró que el ejercicio aeróbico incrementa no sólo la velocidad y la agudeza del pensamiento, sino también el volumen del tejido cerebral.

Tan sólo 50 minutos de caminata paso ligero tres por semana tienen este efecto expansor en el cerebro.



3. Cepíllate y utiliza hilo dental


Aquí tienes otra razón para llevar una buena higiene bucal: aunque te parezca que no tienen nada que ver, la salud de tu boca está claramente relacionada con la salud cognitiva, según un equipo de psiquiatras y dentistas británicos. Después de estudiar a miles de individuos entre 20 y 59 años, encontraron que la gingivitis y la enfermedad periodontal se asocian a una función cognitiva precaria durante la vida adulta ( no sólo en la tercera edad).

Sigue las recomendaciones de tu dentista al pie de la letra: usa hilo dental a diario y cepilla tus dientes por lo menos durante dos minutos tres veces al día.

4. Bebe con moderación



Mantén tu consumo de alcohol dentro de un límite seguro y saludable : no más de una copa por día. Cuanto más alcohol ingiere una persona, menor será su volumen cerebral, de acuerdo con un análisis reciente el Colegio Wellesley, en Estados Unidos. La relación entre estos dos aspectos fue más notoria en mujeres, quizás porque las personas de estatura más baja son más susceptibles a los efectos de las bebidas etílicas.

Si te gusta tomarte una copita de vino blanco con la comida, prepara un spritzer reemplazando un poco de vino con agua mineral, así reducirás un poco el consumo.


5. Juega sudoku


Retrocederás una década de tu edad cognitiva. En un estudio de la Universidad de Alabama en casi 3,000 hombre y mujeres mayores, aquellos que participaron en diez sesiones de 60 a 75 minutos de ejercicios para el cerebro agudizaron sus habilidades mentales a tal grado que se desempeñaron como si fuesen por lo menos 10 años más jóvenes.

Comienza con poco. Lleva una revista de juegos de destreza, como sudoku, cuando tomes el transporte público, en el salón de belleza o una sala de espera. Conforme mejoren tus habilidades, realiza pruebas de mayor dificultad.


6. Medita


Más que un alivio para el estrés, la meditación incrementa tu materia gris, afirma un estudio del Hospital General de Massachussetts en Boston. Los participantes parecían haber experimentado crecimiento en el córtex, el área del cerebro que controla la memoria, el lenguaje y el procesamiento sensorial. Del mismo modo, en un estudio de la Universidad de Kentucky, las personas que practicaron meditación se desempeñaron mejor en una serie de pruebas de agudeza mental, en comparación con sus contrapartes que no lo hicieron.

Convierte la práctica en un hábito regular. Puedes comenzar con 15 minutos diarios. Siéntate derecha, cierra los ojos y centra tu atención en cualquier cosa que estés experimentando en el momento, ya sea en el canto de los pájaros o en el sonido de la respiración.