Perfil del Afectado
La persona deprimida siente tristeza, apatía y falta de ilusión por la vida. Tiene un concepto negativo de sí misma y manifiesta el deseo de permanecer alejada de los demás.
Sufre alteraciones del sueño, pérdida del apetito, llanto, aunque a veces se siente incapaz de llorar y de expresar emociones y sentimientos.
Con frecuencia se desconcentra, se irrita, pierde interés por las actividades habituales e incluso tiende a pensar en ideas como la muerte y el suicidio.
En España se calcula que en torno al 7,5% de la población padece algún síndrome depresivo. Una de cada cuatro mujeres sufre un episodio depresivo a lo largo de su vida y entre un 10 y un 15 por 100 de los hombres se ve afectado por este problema.
Causas
En el conocimiento de las causas de la enfermedad se han realizado grandes avances y se ha comprobado su relación con factores de tipo genético, biológico, ambiental y psicológico.
En la mayoría de los cuadros depresivos se ha detectado la existencia de un desequilibrio químico de algunas sustancias producidas por el cerebro como la serotonina, que es la sustancia encargada de regular el estado de ánimo.
En cierta forma, la depresión es una manera de adaptarse a una situación de pérdida: ya sea real (como la muerte de un ser querido, enfermedad, problemas de pareja, laborales, etc.) o imaginaria (temor a que ocurra algo que aún no ha ocurrido).Entre las causas ambientales destaca la pérdida de un ser querido, enfermedades de algún familiar a los que hay que cuidad, problemas laborales, familiares, etc. Aunque a veces puede ser también causada por la interacción de factores genéticos y ambientales.
Vencer la depresión
Todos los seres humanos contamos con recursos propios para enfrentarnos a la mayoría de las situaciones difíciles con las que nos vamos a encontrar en la vida.
El problema aparece cuando no se tienen esos recursos personales suficientes para hacer frente a estas situaciones. Ante los conflictos y problemas, en lugar de lamentarnos y hundirnos, hemos de confiar en nuestra capacidad de resolución y con confianza, seguridad y autoestima enfrentarnos a ellos y procurar resolverlos.
No se trata de evitar sentimientos dolorosos producidos por acontecimientos reales. En realidad, el objetivo es aprender a percibir la vida con más realismo y distinguir lo que es la verdadera tristeza y la verdadera alegría, ya que en las personas deprimidas la tristeza es producto de pensamientos y creencias pesimistas que les lleva a ver el lado negativo de lo que les ocurre.
Por lo tanto, hay aprender a ser objetivos con las carencias, preocupaciones y conflictos, e intentar desdramatizar ya que la mayoría de las veces los pensamientos negativos que invaden nuestra mente son los responsables de las alteraciones de nuestras emociones.
Estos pensamientos son los que nos producen tristeza y sensación de inutilidad. Lo importante es aprender a identificarlos y después rebatirlos y procurar sustituirlos por otros de carácter positivo y realista.
Fármacos (visite a su médico)
Actualmente, se utilizan muchos fármacos en el tratamiento de la depresión. Los expertos suelen apoyarse en los antidepresivos que aumentan los niveles de serotonina, aunque el tratamiento basado únicamente en la administración de antidepresivos en muchos casos no es suficiente.
Hoy día se está comprobando la eficacia de la combinación del tratamiento farmacológico con el tratamiento psicológico. Este último proporciona los recursos necesarios para interpretar de manera adecuada los acontecimientos y circunstancias, y ayuda a enfrentarse al mundo de forma positiva y realista.
Es aconsejable también intentar expresar los sentimientos y preocupaciones abiertamente a nuestros amigos y familiares. Esto nos va a ayudar a ver los acontecimientos con más perspectiva, y también es posible que los consejos y el apoyo de los demás nos puedan reportar gran ayuda y desahogo.
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