Hipomanía: manía leve

Por Claudia Agramonte Saba - -



La hipomanía muchas veces es un cuadro de difícil detección. Se caracteriza principalmente por un estado de ánimo elevado, expansivo o irritable (sin la intensidad que tendría en una fase maníaca) pero claramente diferente al estado de ánimo habitual del paciente.

Manía
Es un trastorno mental consistente en una elevación anómala del estado anímico. En su transcurso, caracterizado por un delirio de grandeza, el enfermo puede envolverse en asuntos con consecuencias muy graves para las personas allegadas, sus familiares o él mismo. Por ejemplo: endeudarse con grandes créditos para compras generalmente inútiles y cuyo gasto no puede afrontar.


El paciente no se da cuenta de que padece la enfermedad porque “se siente perfectamente bien”, lo cual lleva a un tratamiento difícil. Acumula deudas significativas, actitudes de sobre –generosidad. promiscuidad, ostracismo social y hasta pierde empleos por comportamientos imprudentes.

Hipomanía
No siempre provoca un deterioro en el funcionamiento social, familiar o laboral del paciente, precisamente porque los síntomas no llegan a tener la intensidad de un episodio maníaco. Sin embargo, se trata de un estado patológico y, por ello, hay que saber detectarlo a tiempo para evitar que la sintomatología continúe aumentando.

Si se trata de un paciente que por sus características de personalidad es alguien tímido, introvertido, reservado y, de pronto, se lo nota mucho más conversador, con más energía, extrovertido, evidentemente podría tratarse de un cuadro hipomaníaco.



Se proponen criterios para distinguir la hipomanía de la alegría ‘normal’:

1.no tiene causa aparente;
2.su intensidad puede llevar al paciente a automedicarse;
3.reduce la capacidad de juicio;
4.es lábil (varía o fluctúa);
5.está típicamente precedida o seguida de una depresión; y es recurrente
6.necesidad disminuida del sueño
7.aumento de la creatividad o juicio pobre e irritabilidad
8.dura por lo menos cuatro días
La hipomanía puede convertirse en mania severa o cambiar en depresión.

Asi como aumenta la energía y actividad, el hipomaniaco no padece alucinaciones, no pierde contacto con la realidad. Sin embargo, decide repentinamente cambios en su actividad laboral que no son prácticos, dominado por la impaciencia, conduce imprudentemente, juega, interviene en juergas y aventuras sexuales y puede llegar al suicidio.

Síntomas
1.Sobreestima sus capacidades, su autoestima.
2.Consumición creciente del alcohol.
3.No ve riesgos en sus comportamientos
4.Fabrica planes a medias .
5.Se implica excesivamente en actividades agradables.
6.Interés creciente en relaciones sexuales desacostumbradas.
7.Desea hacer varias cosas inmediatamente.
8.El sueño disminuye.
9.Más sensible que lo usual.
10.Se siente hábil para tomar demasiadas responsabilidades.
11.Aumenta la actividad meta-dirigida
12.Deja de tomar la medicación
Antes o después de estos síntomas experimenta depresión.



Recomendaciones para hipomaniacos

1.Si no puede dormir, llame a su médico.
2.No tome ninguna decisión importante. Espere hasta sentirse mejor.
3.No cometa imprudencias con su dinero. Déjelo en manos seguras y confiables.
4.Cumpla actividades que relajen y calmen y lejos de ambientes perturbables; evitar bailes y consumo excesivo de alcohol, azúcar y cafeína. Lleve una dieta equilibrada.
5.Hable sobre su problema con una persona de confianza y que se sepa entendido por ella.
6.Consulte al médico de inmediato.
7.Recuerde que cuanto hizo fue producto de la enfermedad y no por usted mismo.
8.Tome siempre la medicación.
9.Bríndese la ocasión para volver a la normalidad.
10.Haga ejercicio.
11.Siéntase libre para pedir ayuda a los parientes.

Tratamiento: Consulte a su médico

Fuente:

Akiskal (1987, 2002b). Aspectos clínicos y terapéuticos en el trastorno bipolar. Ediciones Mayo, 2004.