Cuida tus riñones

Por Claudia Agramonte Saba - -


El riñón es un órgano importante que elimina de nuestro organismo los residuos o las toxinas de la sangre a través de la orina. Es muy habitual que se nos formen piedras en los riñones, que son precisamente, la sedimentación de esos residuos, pero que no se han eliminado del organismo. Entonces, se acumulan en el riñón y es cuando se forman las piedras (llamado litiasis).

Si has tenido piedras en el riñón y quieres saber cómo cuidar los riñones, puedes empezar por no tomar nada de alcohol y limitar el consumo de productos lácteos, así como de azúcares refinados. Por el contrario, te ayudarán tanto la alcachofa como el apio, que son alimentos diuréticos. Es importante que no lleves una vida sedentaria, ya que eso favorece la aparición de cálculos. Sal a pasear después de las comidas. El pasarse muchas horas sentado es igual de malo.


Cómo cuidar los riñones:
bebiendo agua. Esta es sin duda, la mejor recomendación que te puedo hacer. Beber mucha agua, unos 2 litros al día te ayudaran a filtrar y a depurar tus riñones. Puedes beber agua que contenga pocos minerales.
Elimina la sal de tu dieta, ya que facilita la sedimentación en los riñones.
También las carnes de origen animal tienen muchas proteínas que pueden favorecer la aparición de cálculos.
Igualmente, el chocolate, las espinacas, el té o los tomates tomados en exceso, pueden causarte un cálculo. Por el contrario, son muy buenas tanto las patatas como las zanahorias, así como la sandía, las uvas, el melocotón, las manzanas o el melón, son alimentos diuréticos.
Además, puedes tomar infusiones ya que también son diuréticas: la cola de caballo, el brezo o la arenaria roja.


Una buena dieta ayuda a cuidar el riñón
En enfermedades como la insuficiencia renal se debe controlar la ingestión de potasio


La litiasis del aparato urinario es una enfermedad crónica cuyo tratamiento no se fundamenta sólo en medidas médicas o quirúrgicas. Excepto algunos casos en los que hay factores estructurales, morfológicos u otras condiciones médicas claramente que predisponen a la patología, la mayor parte de las personas que los sufren tienen algún trastorno en la absorción, metabolismo o excreción de los componentes de los cálculos (calcio, ácido oxálico, ácido úrico, fosfato, etc.) y/o de las sustancias inhibidoras de la formación de los mismos (ácido cítrico y magnesio) o de la acidez (pH) de la orina.

En algunas ocasiones no es posible saber si dichos trastornos son congénitos o adquiridos, pudiendo la formación de cálculos ser secundaria a más de un trastorno metabólico o a ciertas enfermedades e infecciones.

El potasio es un mineral presente de forma habitual en nuestro organismo necesario para un correcto funcionamiento del sistema nervioso


Aunque no existe ninguna edad, país o grupo étnico protegido contra esta común enfermedad, el pico de incidencia se sitúa entre los 30 y 60 años, en los meses de calor (junio a septiembre) y en personas con actividades profesionales sedentarias o expuestas al calor. Con los conocimientos actuales se puede alterar la cadena de acontecimientos que acaba en la formación de cálculos, cambiando algunos factores ambientales, como la dieta (hábitos alimentarios) de la persona, a quien se puede indicar normas comprensivas según el tipo de cálculo que se trate.

La importancia del potasio y su relación con el riñón


El potasio es un mineral presente de forma habitual en nuestro organismo necesario para un correcto funcionamiento del sistema nervioso.

Sin embargo, en ciertas enfermedades aumenta por encima de lo normal sus niveles en la sangre y se corre el riesgo de tener problemas cardiacos más o menos graves si no se toman las medidas oportunas. Esto hace necesario limitar aquellos alimentos de la dieta que son ricos en potasio y emplear métodos que permiten reducir la cantidad de potasio de los alimentos.


Técnicas recomendadas para reducir el potasio de alimentos vegetales


Remojo prolongado:
Los alimentos de moderado contenido en potasio pueden incluirse en la dieta mediante distintas técnicas de preparación. Podemos someterlos a remojo, sin deteriorar ni disminuir su sabor y esto nos permite reducir el contenido en potasio ya este es un mineral soluble en agua.

Se recomienda poner el alimento a remojo durante más de 10 horas, cambiando el agua cuantas veces sea posible. Se aconseja emplear este sistema con legumbres, patatas (previamente troceadas), conservas de verduras, conservas de legumbres y productos congelados antes de ser cocinados.

Doble cocción:
Someter todas las verduras, hortalizas, legumbres y patatas a dos hervores en abundante cantidad de agua, cambiándola tras la primera cocción. El agua se debe desechar siempre.