NUTRICION INFANTIL

Por Claudia Agramonte Saba - -


Niño gordo, niño sano?

Para muchas familias, el tener un hijo gordito y lleno de pliegues es todo un logro, "mira que gordo y lindo está mi hijo", una señal de que el niño está bien, fuerte, y lleno de salud. Pero los expertos en nutrición infantil no piensan igual, dicen que estas familias están muy equivocadas. Lo que importa no es que el niño esté gordo o delgado. Lo que interesa es que el niño esté sano.

Ahora los padres, aconsejados por el pediatra, tienen un rol primordial en la prevención de la obesidad de sus hijos.

La mayoría de los niños presenta una obesidad simple cuya causa es un desbalance entre sus requerimientos físicos y lo que come.Un concepto importante, es que cada organismo tiene requerimientos diferentes, es decir, no todos los niños necesitan comer la misma cantidad. Desconocerlo, en algunos casos, puede fomentar la obesidad.El número de obsesos aumenta día a día. Hay una gran influencia de todos los medios de comunicación que fomentan diversos consumos de alimentos con gran cantidad de calorías y poco valor nutritivo.

El sobrepeso infantil no tiene nada de sano y es la causa de un aumento alarmante de diabetes y otros problemas en los niños.

Ciertamente no se debe someter a una dieta estricta a los niños, pero los padres, guiados por su pediatra, pueden ayudar mucho para que bajen de peso y se mantengan sanos.

Qué podemos hacer?
Naomi D. Neufeld, pediatra endocrinóloga estadounidense, fundadora del programa de reducción de peso Kidshape (niño en forma) dedicado a las familias y de un libro del mismo nombre, recomienda:

Actuar a tiempo. Los niños en crecimiento deben aumentar de peso, pero si el incremento es más de 10 libras al año entre los 4 y 10 años, consulte a su pediatra.

Sea creativo. Ayude a su hijo a comer menos sin sufrir, cambiando algunos alimentos de forma ingeniosa, reduzca la cantidad de carnes y quesos grasos de la comida y aumente las verduras.

Haga que camine. Para adelgazar los niños necesitan moverse.

Aprenda a leer las etiquetas. Sirva versiones bajas en calorías de sus alimentos favoritos para que no los eche de menos.

Tómelo con calma. No trate de cambiar los hábitos de su hijo de un golpe. Comenzar con un nuevo hábito saludable cada semana le dará oportunidad de asimilarlo.

Participe. Su hijo estará más motivado si usted da el ejemplo, coma sano y haga ejercicio, toda la familia estará más sana.