EL ASMA Y LA NATACION

Por Claudia Agramonte Saba - -


La natación es la actividad física por excelencia para ayudar a los asmáticos. En República Dominicana tenemos el ejemplo de Marcos Diaz, nadador de ultradistancias en aguas abiertas, quien de niño padecía de asma e inició la práctica de la natación por recomendación médica.

De los ejercicios que puede realizar para mejorar esta enfermedad, la natación es el más indicado dado que es una especie de “entrenamiento con sobrecarga” de la respiración, y tiene la ventaja de que, al ser un deporte individual, cada persona regula la intensidad y la cantidad de esfuerzo según su propia necesidad e interés.

Al estar sumergido, todo el cuerpo soporta la presión hidrostática del agua, y al ingresar el aire, la parrilla costal sumergida debe expandirse venciendo la presión del agua, por lo que los músculos inspiratorios se ejercitan mejor contra esta pequeña sobrecarga y se fortalecen.

En el momento de la espiración, al soltar el aire, cuando se está nadando siempre se sopla debajo del agua. Si simplemente se abriera la boca debajo del agua, el agua tendería a ingresar, por lo que para soplar debe realizarse una fuerza extra para vencer esta presión del agua.
Como las presiones se distribuyen iguales en todos los puntos del recipiente que los contiene, esta presión que se nota en la boca al salir las burbujas, se transmite a todas las vías aéreas de ambos pulmones, expandiéndolas con presión positiva desde adentro, permitiendo el libre flujo del aire aún en la espiración. Esta pequeña presión a vencer, hace que los músculos encargados de la espiración se fortalezcan y estén en mejores condiciones para la respiración habitual.

Beneficios de la natación para el tratamiento del asma
La natación tanto en niños como en adultos, fortalece la musculatura involucrada para la entrada y la salida del aire a los pulmones (inspiración y espiración), distiende las vías aéreas desde adentro con presión positiva, (siempre que se nade soltando el aire debajo del agua).

Disminuye la cantidad de crisis asmáticas y la intensidad de las mismas. En algunos casos, también se requiere menor cantidad de medicamentos, ya sea por dosis menores, mayor intervalo entre ellas, o tomándolos durante períodos menores.

Dado que también puede ocurrir eventualmente “asma inducida por el ejercicio” siempre es conveniente iniciar en forma gradual, progresiva y regular. Siempre es conveniente consultar con el medico de cabecera antes de realizar cualquier actividad.