PIE DE ATLETA EN LOS HOMBRES

Por Claudia Agramonte Saba - -



Causas, incidencia y factores de riesgo

El pie de atleta ocurre cuando un tipo particular de hongo crece y se multiplica (especialmente entre los dedos de los pies) o menos comúnmente, en las manos.

El riesgo de desarrollar esta afección se incrementa si:

· Se usa calzado cerrado, especialmente recubierto con plástico

· Se mantiene la humedad en los pies durante períodos prolongados

· Se presenta sudoración abundante

· Se desarrolla una lesión menor en las uñas o en la piel.


El pie de atleta es contagioso y se puede transmitir por contacto directo o por contacto con artículos tales como zapatos, calcetines y superficies de piscinas o duchas.Tratamiento Se pueden administrar medicamentos antimicóticos tópicos de venta libre para ayudar a controlar la infección, ya sea en polvo o en crema.


Además:

· Se deben mantener los pies limpios y secos, especialmente entre los dedos.

· Se recomienda lavar bien los pies con jabón y agua y secar el área completamente y con mucho cuidado, al menos dos veces al día.

· Se deben usar medias limpias de algodón y cambiarlas, al igual que los zapatos, lo más frecuentemente posible para mantener los pies secos.

· Las infecciones crónicas o severas que no responden al cuidado personal durante 2 a 4 semanas y el pie de atleta que recurre con frecuencia pueden requerir un tratamiento posterior por parte de un médico. Es posible que sea necesario administrar medicamentos antimicóticos recetados más fuertes

Prevención

Para prevenir el pie de atleta, se deben seguir estas medidas:

· Secar completamente los pies después de bañarse o nadar

· Usar sandalias o chancletas en los baños y piscinas públicas

· Cambiar los calcetines lo más frecuentemente posible para mantener los pies secos, mínimo diariamente

· Utilizar talcos antimicóticos o de secado como medida preventiva en caso de que la persona sea propensa a este problema o tenga una exposición constante a áreas en donde se sospecha su presencia (como los baños públicos)

· Usar zapatos bien ventilados y preferiblemente hechos de un material natural como el cuero. Se recomienda alternar el uso de los zapatos diariamente, de tal manera que cada par se puede secar completamente mientras se usan otros zapatos. Igualmente, se deben evitar los zapatos con revestimiento de plástico.


Referencias Habif, TP. Clinical Dermatology. 4th ed. St. Louis: Mosby; 2004.Long SS, Pickering LK, Prober CG, eds. Principles and Practice of Pediatric Infectious Diseases. 2nd ed. New York, NY: Elsevier, 2003.