Todo sobre el cáncer de piel

Por Claudia Agramonte Saba - -

El cáncer de piel es la patología oncológica más frecuente. La exposición reiterada a las radiaciones ultravioletas es la principal causa de su aparición y es, a la vez, la única causa que puede prevenirse.

Si bien todas las personas pueden sufrir cáncer de piel, son más susceptibles:
quienes tienen piel y ojos claros,
quienes siempre se queman y nunca se broncean con el sol,
aquellos que se exponen o se expusieron al sol en forma excesiva,
quienes hayan sufrido quemaduras solares importantes,
quienes tienen antecedentes familiares de cáncer de piel,
las presonas con muchos lunares.

Como el daño es progresivo y las radiaciones ultravioletas se van acumulando a lo largo de la vida, es fundamental prevenir su aparición desde la infancia. Los daños que la exposición al sol produce sobre la estructura normal de la piel son irreversibles. Estos daños se evidencian en el corto plazo con el enrojecimiento de la piel y, en el largo plazo, con el fotoenvejecimiento y el cáncer.


Tipos
Existen varios tipos de cáncer de piel: los más comunes son el epitelioma basocelular, el epitelioma espinocelular y el melanoma.

Epitelioma Basocelular: Es el cáncer de piel más frecuente. Se localiza en las zonas más expuestas al sol (cara, orejas, cuero cabelludo, brazos, espalda, piernas) y aparece con mayor predisposición en personas de piel, pelo y ojos claros.

Epitelioma Espinocelular: Es un tumor de relativa frecuencia, con localización en áreas expuestas al sol.

Melanoma: Es el más agresivo. Puede aparecer sobre piel sana o comenzar sobre un lunar preexistente, por eso es importante conocer la localización y apariencia de nuestros lunares a fin de consultar al dermatólogo ante cualquier cambio.


Autoexamen de la piel
El autoexamen de la piel permite conocerse y reconocer cambios que ayudan a un diagnóstico precoz. Es importante realizarlo al menos una vez al mes, de manera de identificar la aparición de posibles lesiones sospechosas desde la cabeza hasta los talones, incluyendo zonas de difícil acceso como el cuero cabelludo, la espalda, las nalgas, la boca y los genitales. Utilice un espejo para ayudarse.

Signos de alarma
Los signos de alarma son la presentación de heridas en la piel que no terminan de cicatrizar; la aparición de manchas que pican, arden, se descaman o sangran y los lunares o manchas que cambian de color, textura, tamaño o forma teniendo en cuenta las siguientes características:

Asimetría: Una mitad del lunar es diferente de la otra.

Bordes: Son irregulares, difusos o poco definidos.

Color: La pigmentación no es uniforme, se observan cambios de color de una zona a otra
del lunar.

Diámetro: Cuando es mayor de 6 mm o ante cualquier cambio de tamaño de un lunar.




El cáncer de piel puede prevenirse protegiéndonos del sol.

La relación entre el cáncer de piel y el sol


No se exponga al sol entre las 10 y las 16, cuando los rayos ultravioletas son más intensos.

Utilice gorros

Utilice protectores solares con factor de protección alto, aplicándolo media hora antes de la exposición y renovándolo cada dos horas o luego del baño.

No exponga al sol a los niños menores de 1 año. Ante exposiciones ocasionales, a partir de los seis meses se le pueden aplicar protectores solares.

Las nubes dejan pasar el sol. La arena, el agua y la nieve aumentan su acción.

Evite las camas solares.

Recuerde: Por una piel sana, protéjase del sol. No deje que lo dañe.